George Best (Belfast, 22 de mayo de 1946 – Londres, 25 de noviembre de 2005) fue un futbolista nacido en Irlanda del Norte, recordado por su paso por el Manchester United, club donde jugó entre los años 1963 y 1974.
George Best fue el primer hijo de Dickie Best (1920 - 2008) y Anne Withers (1923 - 1978), y creció en Cregagh, Belfast. Best tuvo cuatro hermanas, Carol, Barbara, Julie y Grace, y un hermano, Ian. El padre de Best, Dickie, murió el 16 de abril del 2008, en el Ulster Hospital en Dundonald. Había ingresado en el hospital cuatro semanas antes. La madre de Best, Anne, murió de una enfermedad relacionada con el alcohol en 1978, a los 55 años.
En 1957, a los 11 años, Best fue premiado por méritos académicos con un viaje de estudios al Grosvenor Grammar School, pero él pronto evitó las clases y se especializó en el rugby. Su uniforme, un símbolo de privilegio protestante, atrajo el resentimiento de la comunidad católica local. Best se marchó al Lisnasharragh Secondary School, reuniéndose con sus amigos de la escuela primaria y permitiéndole centrarse en el fútbol.
En el Manchester United consiguió el campeonato de liga en 1965 y 1967, además de ganar la Copa de Europa en 1968. El mismo año le fue otorgado el Balón de Oro por la revista France Football, además de un premio por parte del periodismo inglés. En 1971 lograría de nuevo colocarse entre los mejores al quedar como tercer clasificado en el Balón de Oro, solo por detrás de Johan Cruyff y Sandro Mazzola. Best logró también, la hazaña de convertir 6 goles en un partido contra el Northampton, el 7 de febrero de 1970, dicho partido acabó 2-8 a favor del Manchester.
En el club de Old Trafford está considerado como uno de los grandes ídolos de su historia, siendo recordado como parte del temible trío de ataque que formó junto a Bobby Charlton y Denis Law.
Fue también recordado por sus escarceos con el alcohol, las drogas y el sexo. Suya es la célebre frase que dice: "En 1969 dejé las mujeres y el alcohol; fueron los peores 20 minutos de mi vida". También es suya la mítica frase: "He gastado mucho dinero en mujeres, alcohol y automóviles...el resto lo he desperdiciado".
Los problemas de Best con el alcohol se agravaron en 2000, lo cual le provocó serios daños en el hígado y lo puso en una situación cercana a la muerte. En 2001 fue hospitalizado por una neumonía y al año siguiente se le practicó un trasplante de hígado. En octubre del mismo año fue hospitalizado por una hemorragia interna que le afectó a diversos órganos, lo cual provocó su muerte el 25 de noviembre de 2005.
Un dato curioso de Best fue que nunca jugó una Copa del Mundo ni una Eurocopa, ya que estuvo defendiendo los colores de su selección, la de Irlanda del Norte, que no conseguía clasificarse.
Best tuvo un breve resurgimiento con el Fulham F.C. en 1976-77, mostrando que, aunque había perdido la forma, conservaba sus habilidades. Su estancia en los Cottagers es especialmente recordada por una partido en la FA Cup contra un rival de la segunda división, Hereford United, en el que robó un balón a su compañero de equipo y amigo Rodney Marsh.
Best jugó en cuatro equipos de Estados Unidos: Los Angeles Aztecs, Fort Lauderdale Strikers y San José Earthquakes; además del Detroit Express, con el que jugó en una gira europea. Best logró grandes éxitos en tierras americanas, marcando 15 goles en 24 partidos en su primera temporada con los Aztecs y siendo nombrado mejor mediocampista de la NASL en su segundo año. Inauguró el "Bestie's Beach Club" (ahora conocido como "The Underground" en referencia al metro londinense) en California en la década de 1970, y continuó dirigiéndolo hasta la década de 1990.
En su tercera temporada americana Best anotó sólo en 12 ocasiones. Sus traspasos a Fort Lauderdale y San José fueron también desafortunados, y sus poco profesionales hábitos fuera de los terrenos de juego volvieron a regir su vida. Participó en tres partidos como jugador invitado con dos equipos de la Primera División de Hong Kong en 1982, al igual que con el Dunstable Town F.C. en 1973.
A finales de 1982, el mánager del A.F.C. Bournemouth, Don Megson, contrató a Best para jugar en la Football League Third Division, donde permaneció hasta finalizar la temporada, momento en el que decidió retirarse del fútbol, jugando su último partido a los 37 años.
En 1988, Best participó en un partido amistoso en Windsor Park. Entre el público estaban Sir Matt Busby y Bob Bishop, los ojeadores que descubrieron a Best. Best marcó dos goles, uno desde fuera del área, y el otro desde el punto de penalti
Fue internacional con la Selección nacional de fútbol de Irlanda del Norte 37 veces, anotando 9 goles. De estos, 4 los marcó frente a Chipre y el resto a Albania, Inglaterra, Escocia, Suiza y Turquía.
Debutó con sólo 17 años, el 15 de abril de 1964 en un partido frente a Gales, jugado en la ciudad galesa de Swansea.
El 15 de mayo de 1971, Best marcó el, posiblemente, gol más famoso de su carrera en Windsor Park, en Belfast, contra Inglaterra. Cuando Gordon Banks, el portero inglés, dejó caer la pelota para golpearla desde el suelo, Best logró golpearla primero lanzando el balón por encima de sus cabezas. Los dos persiguieron el balón, pero fue Best el que logró introducirlo en la red con la cabeza. Su esfuerzo no fue recompensado por un árbitro que se encontraba de espaldas a los hechos, y consideró la acción deshonesta.
El 16 de marzo de 1972 se enfrentó con su selección a España en un partido que, debido al Conflicto de Irlanda del Norte, no se jugó en territorio norirlandés, sino en Hull (Inglaterra).
Best fue tenido en cuenta por el seleccionador Billy Bingham para la Copa Mundial de Fútbol de 1982. Sin embargo, a los 36 años y con sus habilidades mermadas por la edad y los excesos, no fue convocado para integrar la selección de Irlanda del Norte. A la vista de la falta de éxito de su selección, Best abogó por una única selección de fútbol para toda Irlanda.
George Best ha pasado a la historia por su velocidad en la banda con el balón en los pies, pero sobre todo por sus célebres frases con las que se reía de su propia enfermedad, el alcoholismo. Jugó once temporadas en el Manchester United, donde desplegó un catálogo de regates y goles que hasta el momento no se habían conocido. Lo compararon con el mismísimo Pelé, pero prefirió seguir el camino del alcohol, las sustancias prohibidas, las fiestas y las mujeres.
Con 17 años era titular indiscutible en la banda derecha de los ‘Diablos Rojos’ y en la selección norirlandesa. Con su primer sueldo millonario se construyó una mansión, se compró un Jaguar, un Rolls Royce y un Ferrari, y quiso una piscina llena de peces de colores.
Cuando tenía 22 años fue reconocido con el Balón de Oro como mejor jugador de Europa. Ese mismo año, a pesar de su juventud, publicó sus memorias. Ganó la Copa de Europa y se fue a celebrarlo a Liverpool con su novia, John Lennon y Yoko Ono. Su amistad con el músico le llevó a ganarse el sobrenombre de ‘El quinto Beatle’.
Con 26 años se retiró del fútbol, y aunque volvió en una rentable aventura en la liga americana. Sin embargo, su afición por el alcohol iba en aumento a la misma velocidad que empeoraba con el balón en los pies y perdía su habilidad para el desborde y su rapidez en la conducción. En 1980 anunció que era alcohólico crónico.
En 2001 sufrió un trasplante de hígado, pero siguió bebiendo, hasta que el 3 de diciembre de 2005, cerca de 100.000 personas le despidieron en las calles de Belfast en un sentido homenaje a quien un día llegó a ser su héroe.
Entre su legado, además del fútbol que desplegó en sus mejores años en el Manchester United, quedan las frases por las que siempre será reconocido:
"Tenía una casa en la costa, pero para llegar a ella había que pasar por un bar. Nunca llegué a ver el mar".
"Mucha gente va diciendo por ahí que me he acostado con siete Miss Mundo, pero sólo han sido tres".
"Cada vez que entro en un sitio, hay 70 personas que quieren invitarme a beber, y yo no sé decir que no".
"He dejado de beber, pero sólo cuando duermo".
"En 1969 dejé las mujeres y el alcohol. Fueron los peores veinte minutos de mi vida".
"Me gasté la mayor parte de mi fortuna en mujeres, alcohol y coches deportivos. El resto lo desperdicié".
"Nunca salía por la mañana con la intención de emborracharme, sólo sucedía".
"Hace unos años dije que si me daban a elegir entre marcar un golazo al Liverpool o acostarme con Miss Mundo, iba a tener una difícil elección. Afortunadamente, he tenido la oportunidad de hacer ambas cosas".
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