Los sesentas

Los sesentas

jueves, 20 de agosto de 2015

LUIS MIRAVITLLES



Luis Miravitlles Torras (1930 - Barcelona, 26 de abril de 1995) fue un divulgador científico español.
Licenciado en Farmacia, tuvo sin embargo, una trayectoria profesional de gran proyección pública, pues se dedicó durante muchos años a la divulgación científica en los medios de comunicación, sobre todo en televisión.
Ingresó en TVE en 1959 y permaneció en ella hasta finales de los años setenta. En la memoria quedan programas como Visado para el futuro (1963-1965), Las fronteras de la ciencia (1966), Misterios al descubierto (1966-1970), La Prehistoria del futuro (1974). Más adelante colaboraría también en el programa de Manuel Martín Ferrand Hora 15 (1977-1979).

Su labor divulgadora alcanzó también el mundo del cine y entre sus películas, se puede mencionar también Las Galaxias que quedó segunda en el II Festival Internacional de Filme Científico de la Universidad Libre de Bruselas.
Fue también autor de numerosos libros, como Visado para el futuro, basado en los testimonios de su programa de televisión, que alcanzó una tirada de 1.200.000 ejemplares y fue traducido a varios idiomas.

En cuanto a su labor en la docencia, entre 1952 y 1971 fue profesor adjunto de Bioquímica y Geología en la Universidad de Barcelona. Además, en 1968 se convirtió en miembro de la Comisión Especial de Selenología de la NASA y en 1972 fue nombrado vicepresidente de la Asociación de Astronáutica Española. Otros cargos que ocupó fueron: director general de la cadena hotelera HUSA, miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, director general de promoción del Turismo en la época de UCD, adjunto a la presidencia del grupo Cirsa, académico correspondiente de la Real Academia de Medicina de Barcelona y delegado de relaciones públicas del Ayuntamiento de Barcelona.
Entre los premios y condecoraciones recibidos, figuran: la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio, el Premio Ondas (1965, Visado para el futuro: mejor programa científico), la medalla al Mérito Militar de primera clase y era caballero de las Palmas Académicas de la República Francesa.


Luis Miravitlles, el primer divulgador científico de TVE

Foto Gabriel Sendra. Todos los derechos reservados 

Fue el primer gran divulgador científico de nuestra televisión y eso, en una 
España que presumía de desarrollismo ante Europa pero que se enfrentaba 
a un índice de analfabetismo amplio, no era fácil. Luis Miravitlles se asomó a 
la pantalla en 1959 y permaneció casi dos décadas en pantalla. Algunos de 
sus programas crearon vocaciones y cuando hemos hablado de él en este 
blog muchos han manifestado el cariño con el que se le recuerda. 
Espectadores anónimos que seguían sus explicaciones sobre ciencia y 
tecnología, que se sorprendieron al ver (literalmente) cómo funcionaba un microscopio o comprender cómo era posible que el hombre viajara al espacio. 
Pero también gente cercana a él, uno de sus nietos nos escribió hace tiempo 
y más recientemente una de sus cinco hijas, profesional muy reconocida en Barcelona en el ámbito médico. Con María José hemos querido descubrir una 
faceta más íntima de este comunicador y nos ha abierto la puerta de sus 
recuerdos de forma entusiasta. Sus palabras (muy efusivas) nos demuestran 
que Luis Miravitlles era tal y como aparecía en televisión, un divulgador siempre dispuesto a explicar a cualquiera cómo funcionaban las cosas.


- Tu padre era un hombre de ciencia, profesor de Universidad pero a principios 
de los 60 comenzó a colaborar en TVE y no precisamente como divulgador, 
¿cómo surgió ese primer contacto con Miramar?
Eran los inicios de la TV y papá tenía buenos amigos periodistas, entre ellos 
Federico Gallo y Felipe Vila San Juan. Sé por mi madre que iba allí después 
del trabajo a buscar a sus amigos y allí les surgió la idea.

- Si no me equivoco su primer trabajo en la tele fue como “panelista” en un 
concurso de la temporada 1959-60, “Adivine su vida”, formato americano 
que también tuvo mucho éxito en aquella TVE primigenia, fue una toma de 
contacto con el medio un tanto peculiar, ¿cómo la recordaba él?
Según mi madre (yo no recuerdo esos inicios porque era muy pequeña), 
empezó directamente en un programa como invitado, por aquel entonces papá trabajaba en el laboratorio municipal de aguas de Barcelona y daba clases como Profesor adjunto de la cátedra de Geología Aplicada de la facultad de Farmacia.


- Su primer programa como director y presentador fue en 1962, “Nueva época” 
y aquí ya comenzó su verdadero “yo televisivo”. Es un espacio del que nunca 
se suele hablar cuando se recuerda su trayectoria y del que, por supuesto, 
no hay nada grabado. ¿Os habló alguna vez de ese programa o precisamente 
por el éxito de los siguientes él mismo lo olvidaba?
¡¡¡Sí hablaba de él!!! Fue su primer programa, claro que sí y el que le lanzó a 
ese mundo. No hay nada grabado porque se hacía en directo. 



- En la temporada siguiente estrenó su primer gran éxito popular con el que además consiguió el premio Ondas, “Visado para el futuro”. Fue el primer divulgador científico en obtener este galardón. ¿Qué supuso para él este 
programa y este reconocimiento?
Supuso realmente la posibilidad de dedicarse a algo que le apasionaba, 
lograr llevar la ciencia a todo el mundo. Estaba orgullosísimo de su trabajo 
y más que la recompensa de premios personales le encantaba la posibilidad 
de que eso le permitiera a él o a otros difundir materias a las que en aquel 
momento no tenía acceso todo el mundo (recordemos que muchos jóvenes 
no pasaban por la universidad en aquel momento y aún había analfabetos 
en España)

- De este programa saldría un libro con una tirada millonaria y que fue 
traducido a varios idiomas…
¡Siiiiií! ¿Lo has leído? Te lo recomiendo. Te sorprenderá su visión. No lo he 
buscado porque lo tengo en papel, pero lo encuentras online en pdf.


- Parece que tu padre era un hombre inquieto porque tras dos años con 
“Visado para el futuro” estrena otro programa bastante ambicioso, 
“Las fronteras de la ciencia” (1966) y que quizás era un proyecto más personal, 
que se acercaba más a su propia profesión…
¿Su profesión? Era farmacéutico y profesor titular de la Facultad de Farmacia 
de Barcelona, así que la profesión en realidad fue la de divulgador… Digamos 
que fue creciendo como comunicador y que en cada nuevo programa podía 
poner nuevos medios necesarios para hacer lo que le gustaba… ¿Inquieto? 
¡Jajaja! ¡¡¡eso es poco!!! No paraba. Además de farmacéutico tenía dos años 
de Biología, Económicas, Física y creo que Química. Hubo una época que 
hasta le dio por estudiar ruso por el tema de la carrera espacial. Nosotros 
(y hablo en plural porque somos 5 hermanos y los 5 lo adoramos) creíamos 
que ya tenía ese don para la comunicación… la TV fue un medio fantástico 
para que lo pudiera hacer llegar a más gente, pero en su entorno a todos 
les gustaba escuchar a mi padre. Además era tremendamente creativo, 
estaba continuamente innovando.


- Ese mismo año comienza otro gran éxito, “Misterios al descubierto” que permanecería en pantalla cuatro años, algo increíble para un divulgativo en 
una España que todavía sufría un índice de analfabetismo elevado, ¿a qué 
crees que se debía el éxito de sus programas?
Como él decía siempre, hay que aprender un poco cada día… de cualquier 
cosa. Así que sí, Misterios al descubierto fue el programa por el que más se 
le recuerda, la cumbre de su carrera como divulgador científico. 
Su éxito… clarísimo, tenía un don. Un don impresionante para lograr que 
cualquiera pudiera entender los conceptos más difíciles de química, física, matemáticas o cualquier otra ciencia compleja. 

Su creatividad a la hora de buscar ejemplos era impresionante. 
Recuerdo 
estar en casa un fin de semana y oír a papá gritar “Niños, mamá venid 
por favor”. Eso siempre prometía ser divertido… “Coged todas las formas 
esféricas que encontréis, pelotas de todos los tamaños.  Nena (era como 
llamaba a mi madre) ¡una manta!” Y allí en medio del comedor, nos hizo estirar 
la manta para explicarnos cómo al poner una bola en el borde, ésta (por mucho 
que estirásemos la manta) siempre iba hacia el centro. Así explicó la ley de la gravedad en uno de sus programas.  Y ese era su éxito, su imaginación a la 
hora de saber contar algo a priori “tan aburrido” como la ciencia.

- Al mismo tiempo continuaba con su trabajo en la universidad, ¿cómo 
conseguía compatibilizarlo?  
Eso es una pregunta que deberías hacerle a mi madre, ¡jajaja! Imagino que 
con una mujer como ella al lado, podía compatibilizar cualquier cosa. 
Mi madre fue su mejor apoyo, su amiga, su crítica, su ayudante… su TODO 
con mayúsculas. 
Y también con una enorme capacidad de trabajo e ilusión por todo lo que 
hacía. Era la persona más optimista que he conocido en mi vida.


- Tras un parón regresa a TVE con “La prehistoria del futuro”, poético 

título para un programa en el que se hablaba de la “nueva ciencia”. Tu padre 
fue el primero en explicar, por ejemplo, la nanotecnología, ¿realmente su 
curiosidad era tan amplia o se debía más bien al trabajo de los guionistas?
¡Qué va! Los guionistas debían ir locos con él, jajaja. Era así, no paraba de leer, 
de aprender…. Si hubiera tenido la posibilidad de vivir en el mundo actual, 
acceder a internet….¡ufff, le hubiera encantado!

- Una de las características de los programas de don Luis era su estética, 
¿hasta qué punto él ofrecía ideas a los realizadores o decoradores? 
¿era iniciativa suya que sus espacios fueran tan visuales?
Lo que te comentaba antes… tenía ideas en todas partes y una mente 
prodigiosa que le permitía “ver” antes de hacerlo como podía transmitir 
esa idea genial a todo el mundo sin excepciones. Su preocupación por lo 
que llamas estética, era más la puesta en escena perfecta para que la gente 
de la calle entendiera lo que era un agujero negro, como funcionaba un 
microscopio o como en el futuro las nanopartículas dominarían la ciencia…

- Eras muy pequeña en su apogeo televisivo pero ¿cómo se vivían sus 
apariciones en la tele desde casa? ¿Lo veíais todos juntos?
¡¡¡Siiiií!!! Claro que sí. Lo veíamos todos en el salón con mamá y con los 
abuelos y los tíos en verano. No nos perdíamos ni uno. Imagínate si ya 
vivíamos la preparación desde casa. Además el programa se emitía antes 
de Viaje al fondo del mar (una serie americana que transcurría en un 
submarino)… ¡¡¡así que todos pegados a la tele!!! La verdad es que nos 
encantaba, aunque sufríamos por si se equivocaba o algo salía mal… 
recuerdo una vez en la que se confundió con el valor de ley de la gravedad 
(en lugar de 9.81 m/s² creo que dijo 98 m/s²) y lo llevamos fatal… 
la realidad es que nadie se dio cuenta ¡jajajajaja! solo sufríamos nosotros.

Luis, con su mujer y sus hijos

- No sé si has podido ver recientemente alguno de sus programas, en ese 
caso imagino que tu visión actual no tiene nada que ver con la que tenías 
cuando eras una niña, ¿qué sensación te produce ahora?
He podido ver fragmentos, ningún programa entero, creo que muchos se 
destruyeron en el incendio de Miramar y hemos intentado recuperar alguno, 
pero no hemos podido. La sensación, uffff increíble, aún me asombro ahora 
de su capacidad, del timbre de su voz, de lo que se avanzó a en su tiempo 
en algunos conceptos….soy poco objetiva, era mi padre y era un dios para mí.

- ¿Te sorprende de alguna manera ver lo gran divulgador que era y, 
sobre todo, lo moderno que resulta incluso hoy?
La verdad... ¡¡¡no!!!


- ¿Sus nietos son conscientes de su importancia en la historia de la 
divulgación científica en TV?
Todos los hermanos adorábamos a nuestro padre y hablamos mucho de él, continuamente, entre nosotros y con nuestros hijos. ¡Saben perfectamente 
que su abuelo era un crack!



- ¿Alguno de sus hijos/as ha seguido su labor?
El legado que dejó va más allá de su faceta como divulgador científico. 
Y aunque ninguno ha tenido la oportunidad de seguir su carrera en TV, sí 
que de alguna forma nos desenvolvemos bien ante medios y cada uno en 
su profesión hemos llegado a tener un papel que le hubiera hecho estar 
orgulloso.

- Sin querer entrar en intimidades, ¿cómo era personalmente?  
Ten cuidado que si empiezo, te lleno 20 folios, jajajaja. A nivel personal, 
papá era exactamente igual que a nivel televisivo, magnífico padre y 
marido, un excelente amigo de sus amigos, creativo, divertido, 
exigente consigo mismo antes que con los demás, educador de excelencia, 
un jefe con enorme liderazgo… atractivo, con una voz inigualable… ¿sigo?

 

- Él fue uno de los que explicó a las españoles la carrera espacial y por 
eso retransmitió desde Prado del Rey y junto a Jesús Álvarez la llegada 
del hombre a la Luna, apoyando los comentarios de Hermida, 
¿qué supuso para él aquella jornada?
¡Siiiií! Fue genial y recuerdo muy bien aquel día, porque aunque fue 
Hermida el que ha quedado para la historia, fueron Jesús y mi padre 
los que mantuvieron a toda España levantada de madrugada con el 
programa que se emitió para hacer esa conexión. Para él fue un sueño, 
participar aunque fuera con un pequeño granito de arena en el proyecto 
del siglo, ¡imagínate!
Su relación con la Nasa empezó con el programa Apolo, allá por los 
principio de los 60. A él siempre le apasionó el programa espacial, 
de hecho muchos de sus programas trataron este tema. Viajó a Houston 
varias veces, no recuerdo si de forma especial a preparar en concreto 
ese evento, pero sí que tenía una buena relación con Wernher von Braun (responsable del equipo que desarrollaba los cohetes Saturno, 
los que impulsaban a los Apolo).

 Luis con Jesús Hermida y Pérez de Rozas, fotógrafo de La Vanguardia, en Houston

- Su última colaboración habitual para TVE fue para el informativo cultural 
“Hora 15” de Martín Ferrand, ¿se apartó de la tele o le apartaron?
 La verdad es que si hubiera habido propuestas que le hubieran ilusionado, 
seguro que habría seguido. Tenía cinco hijos y buscó la manera de mantener 
la familia a flote con otros proyectos. Eso es todo.

- ¿Echaba de menos su función como divulgador televisivo?
Si lo hacía nunca lo manifestó. Ya te he comentado que era tremendamente 
positivo, nunca le oí quejarse de nada. Todo en lo que trabajaba le gustaba y 
le ilusionaba. Pero imagino que sí le hubiera gustado seguir haciendo llegar 
la ciencia a todo el mundo

 

- ¿Tenéis la impresión de que su figura ha sido olvidada o, al menos, poco 
reconocida por la propia televisión?
La verdad es que sí. Es cierto que hay poca documentación gráfica de aquellos tiempos, pero cuando en ocasiones hablan de la TV de esa época y recuerdan algunos programas, echamos en falta que no salga su nombre.

La Prehistoria del futuro (1974)


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