Los sesentas

Los sesentas

lunes, 5 de octubre de 2015

FORMULA V




Septiembre de 1965. ¡Y parece que fue ayer!. Tony y yo coincidimos en los pasillos del instituto Cardenal Cisneros. Él acababa de llegar a estudiar a Madrid desde Cartagena y para mí iba a ser el primer curso en un Instituto después de siete años en los Escolapios.
Desde el primer momento nació entre nosotros una amistad cuyo principal punto en común, era nuestra pasión por la música. Los dos teníamos los mismos ídolos: Shadows, Manfred Man, Tremeloes, y como no, Beatles.
Los Rostros
Aquí empezó todo. "Los Rostros".
No habían transcurrido aún tres meses desde el comienzo del curso, cuando junto a otros dos amigos de mi anterior colegio (Santi y Eugenio), ya habíamos creado nuestra primera formación; “Los Rostros”. Era el típico grupo (o debería decir utilizando la terminología de la época, conjunto), que unía a cuatro ó cinco chavales con mucha ilusión, bastante fantasía y pocos medios, que suplían su falta de formación musical con horas y horas de ensayos martirizando con ellos a familia, vecinos y amigos más cercanos.
No entraré en los detalles del penoso viacrucis que representó conseguir nuestro primer equipo de sonido. Baste decir que desde vender galletas a domicilio hasta repartir periódicos, llevamos a cabo los trabajos más variopintos, para llegar a reunir el dinero que nos permitiera alcanzar esa deslumbrante batería y esas guitarras eléctricas con las que ya nos imaginábamos conquistando el mundo.
Pasamos 1966 actuando allí donde nos llamaran e incluso en donde no lo hicieran. Nos curtimos en las Fiestas de los pueblos cercanos a Madrid, en donde no sólo animábamos el baile con los éxitos del momento (Cae la Nieve, Twist and Shout, Aline... etc.), sino que además poníamos música al paseíllo de los toreros y a los cambios de tercio en las corridas.
Fue a finales de ese año cuando coincidimos en un festival de los muchos que se organizaban por aquel entonces, con otra formación que tenía el sugerente nombre de “Los Jíbaros” y con los que inmediatamente se creó, como se dice ahora, “un buen rollo”.
Fue en ese encuentro donde el destino jugó su papel en nuestras vidas.
Hacía pocos días que Santi y Eugenio nos habían comunicado a Tony y a mí, el ultimátum recibido en sus respectivos domicilios por el que se les conminaba, en vista de las notas recibidas, al abandono inmediato de sus actividades musicales. Lo mismo les había sucedido a dos de los componentes de Los Jíbaros, por lo que con los restos de los dos grupos decidimos hacer uno nuevo. El conjunto resultante del cambio fue bautizado con el original nombre de “ Los Cambios”. ¡¡ Derroche de imaginación!!
Los Cambios
Los Cambios. Aún no estaba Chapete.
Y así fue como en Enero de 1967, Tony, Kino, Chefo, Mariano y yo empezamos con nuevas ilusiones, nuevos sueños y un poco más de experiencia el grupo que más tarde sería conocido como Fórmula V.
Junio de ese mismo año. Cinco chicos que aún no han cumplido los 18, están hechos un manojo de nervios. A las cuatro de la tarde tienen una audición en el club Paraninfo de Madrid, un lugar emblemático en el que han actuado todas las figuras importantes de la época, desde el Dúo Dinámico hasta Los Bravos incluyendo ni más ni menos al mismísimo Tom Jones. La prueba es vital; si le gustamos a D. Jesús Nuño de la Rosa, dueño del club, tendremos la posibilidad de actuar todas las tardes en el sitio de más renombre de Madrid y con un poco de suerte, ser descubiertos por alguno de los cazatalentos que de vez en cuando se acercaban por allí para tomar una copa y escuchar a los grupos.
Aquel día fue inolvidable. La prueba la superamos ampliamente y excepción hecha del encargado de la barra del bar, que se quejaba de que el excesivo volumen de nuestro equipo estuvo en un tris de cargarse la vajilla, todo fueron parabienes. Nuño de la Rosa nos felicitó personalmente y, lo más importante nos ofreció un contrato de tres meses, justos los de las vacaciones escolares, a razón de 18 Euros diarios, o lo que es lo mismo 3,60 para cada uno. Ni que decir tiene que vimos las puertas del cielo abiertas de par en par.
Ibamos a tocar en uno de los clubes más conocidos de Madrid, y además cobrando “una pasta”, lo que nos permitiría mejorar nuestros equipos para mayor temor del ya de por sí aterrado encargado del bar.
Y ahí empezó todo.
Una tarde Pepe Nieto, un músico ya legendario por entonces como uno de los primeros y mejores baterías de Jazz, se dejó caer por Paraninfo y algo debió de ver en nosotros para volver al día siguiente con Maryní Callejo, la mujer que había descubierto a Los Brincos. Después del primer pase (hacíamos dos diarios de 45 minutos cada uno), pasaron los dos al camerino y no nos podíamos creer lo que nos estaba pasando. ¡¡Nos estaban ofreciendo un contrato discográfico, y no con cualquier Compañía, sino con la, en aquellos tiempos, todopoderosa Philips.!!
A partir de ahí fue todo como un sueño del que recuerdo con especial cariño los ensayos en casa de Pepe Nieto (que gran músico y que gran persona), y el viaje a Milán para grabar en los estudios de la Fonit Cetra que por aquel entonces, eran de los pocos en Europa que ya tenían 8 pistas.
Fórmula V en el Parque de Atracciones de Madrid. 1973
Fórmula V en el Parque de Atracciones de Madrid. 1973
Mención aparte merecen las listas interminables de nombres que cada uno de nosotros confeccionaba para bautizar al grupo, y que el de Fórmula V finalmente ganó por mayoría. Nos gustó por dos razones. Para empezar carecía del “Los”, artículo que siempre precedía a todos los nombres de los grupos de la época ( Los Brincos, Los Bravos, Los Pekenikes, Los Mustang, Los Sirex etc.) y además el Circuito del Jarama se acababa de inaugurar, por lo que la Fórmula 1 estaba totalmente de moda. Como nosotros éramos aficionados a los coches y éramos cinco pues.........que os voy a contar, otra vez creatividad a tope!!
Aquel como andar entre nubes tuvo un despertar no tan agradable. “Mi día de suerte es hoy”, nuestro primer disco, ese que habíamos grabado en los super-estudios italianos con la Orquesta Sinfónica de La Scala de Milan al completo (tendríais que haber visto las caras de esos sesudos profesores al vernos aparecer guitarra eléctrica en ristre entre sus oboes, fagotes, arpas y cellos), aquel disco repito, fue un rotundo fracaso.
Habiendo tocado el cielo con la punta de los dedos, aquel fracaso nos dejó desorientados, deprimidos, y con la moral por los suelos hasta el punto que Chefo abandonó el grupo. Estábamos a punto de tirar la toalla y volver otra vez cada uno a nuestros interrumpidos estudios, cuando Chapete se incorporó como teclista pasando a ser el quinto Fórmula definitivo y se cruzaron en nuestro camino dos hadas madrinas con bigote y pelo en el pecho. Eran Jose Luis Armenteros y Pablo Herrero.
La importancia que estos dos personajes han tenido en la música española, merecería no ya un capítulo, sino todo un libro aparte.
Procedentes del mítico grupo “los Relámpagos”, Pablo y Jose Luis han sido, en mi modesta opinión los autores más importantes y prolíficos del pop en nuestro país. Aparte de la mayoría de los temas de Fórmula V, ahí están canciones como “Libre”, “Un beso y una flor”, “Libertad sin Ira”, “Como una ola” y artistas como Francisco, Juan Bau, Nino Bravo, Basilio, Jarcha o nosotros mismos, para refrendarlo.
Fórmula V en Venevisión con Gilberto Correa
Fórmula V en Venevisión con Gilberto Correa
Pablo y Jose Luis, (Cuco y Cano para nosotros) redescubrieron el grupo, y fueron los principales artífices de ese sonido fresco, sin trucos, directo y tan abrumadoramente comercial que fue sin duda la clave del éxito de Fórmula V.
A partir de aquí la trayectoria es mas o menos conocida. Primero fue “La Playa, el sol, el mar el cielo y tu”, luego “Tengo tu amor”, después “Cuéntame”, meses más tarde “Cenicienta” y así, una tras otra, cada una de nuestras canciones se aupaba a lo mas alto de las listas no sólo en España, sino también en prácticamente todos los paises de habla hispana, siendo Fórmula V el primer grupo español que marchó en gira al otro lado del charco.
Y así hasta Octubre de 1975 , mes y año en el que ya hartos de tantos viajes, tantas giras y de nosotros mismos, decidimos poner punto final a la aventura que había empezado nueve años antes. Ciertamente nuestra separación fue sorpresiva, pues tuvo lugar en pleno éxito. Tanto fue así, que al año de nuestra disolución recibimos por la canción “Carolina”, el premio al disco más vendido del verano anterior.
Pasaron muchos años alejados de los escenarios aunque raro era que transcurriera alguno sin que nos tentaran a volver a grabar ó nos invitaran a actuar en algún sitio.
(De su web)

Cuéntame (1969)


Eva María (1972)


En la fiesta de Blas (1974)


Cenicienta (1969)


Tengo tu amor (1968)


Fórmula V hoy (2012) Concierto

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