Los sesentas

Los sesentas

jueves, 3 de septiembre de 2015

SANDIE SHAW



Sandra Ann Goodrich, más conocida como Sandie Shaw (26 de febrero de1947LondresReino Unido) es una de las cantantes inglesa más exitosas de la década de 1960, popular por cantar descalza en la mayoría de sus actuaciones. En 1967 ganó el Festival de la Canción de Eurovisión con el tema Puppet on a string, que fue número uno en Reino Unido. Comenzó su carrera musical a la edad de 17 años.
En la música pop de Gran Bretaña a principios de los años sesenta sólo había chicas buenas: nada tenían que ver con los audaces grupos femeninos del otro lado del océano como The Ronettes, con su mirada provocadora, o The ShangriLas, que cantaban acerca de motoristas y tenían el aire de quien hace cosas impensables en el asiento trasero de un coche. Dusty Springfield, el único talento que salió a la luz por aquellos años, era demasiado apasionada y dotada como cantante para interpretar el papel de la vecinita tímida; sobre este cliché se modeló la imagen pública de las principales representantes musicales del período, la jovencísima Petula Clark, Cilla Black, Lulu y Sandie Shaw. Eran, básicamente, chicas corrientes convertidas casi por casualidad en estrellas, y eran un símbolo vivo de esperanza en un tiempo en que Mary Quant y Barbara Hulaniki hicieron posible a las dependientes vestirse mejor que las nuevas ricas. Sus carreras, excepto la de Sandie, que abandonó la escena a principios dé los setenta para después volver en 1986 a la actividad, fueron tranquilas y predecibles. Su público envejeció con ellas, y siguiendo la evolución de sus gustos se encontraron finalmente como famosas protagonistas de variedades televisivas dedicadas al entretenimiento familiar. Pero Sandie era diferente. Alta, delgada, con el pelo cortado a la moda y con un sutil sex appeal, era demasiado elegante para agradar a un público familiar. Era la encarnación de lo que toda adolescente del país aspiraba a ser; la chica inglesa que, alentada por el espíritu de los excitantes años sesenta, encarnó lo mejor de todas las corrientes. Aún conservaba su acento provinciano, pero dejaba a sus espaldas una ocupación sin salida para intentar afirmarse como cantante pop. Fue la más cercana al latiente corazón del Swinging London. Llegó a la escena pop en la culminación del boom del beat británico en 1964. Cantante aficionada en Dagenham, Essex, su ciudad natal, fue presentada por The Hollies a Adam Faith, quien persuadió a su temible manager, Eve Taylor, para que firmara un contrato con Pye Records. Había nacido el 26 de febrero de 1947, y su verdadero nombre era Sandra Goodrich, pero adoptó el seudónimo con el que consiguió la fama por sugerencia del marido de la Taylor. Su voz tenía una gran amplitud -casi tres octavas- y, si bien no poseía una gran técnica, tenía una frágil y vibrante fascinación que resultaba innegablemente atrayente. Aunque obstinada y determinada a conseguir el éxito, también se sentía insegura, y en un principio se dejó guiar por Eve Taylor como si fuera su madre. La Taylor, que cuidaba de los negocios de diversos actores brillantes, intentó más tarde, sin éxito, que pasara del pop a una música más familiar, siguiendo el ejemplo de Cilla Black y de otras cantantes contemporáneas. 

El primer disco de Sandie, 'As Long as you're happy, baby', fue un fracaso, aunque la relación de trabajo que nace entre Sandie y el productor y compositor Chris Andrews se mostraría a la larga como una de las constantes de su carrera. Sin embargo, la segunda aparición discográfica, llevada a cabo en 1964 con una canción de Burt Bacharach y Hal David '(There's) Always something there to remind me', le ofrece la ocasión de entrar por derecho propio en la historia del pop. La canta descalza en el popularísimo show televisivo 'Ready steady go!', llevándola rápidamente hasta el primer puesto de las listas de éxitos. La melancólica 'Girl don't come', escrita por Andrews, consigue llegar a la tercera posición en diciembre de 1964. La cantante y el compositor se convirtieron en buenos amigos, y Sandie empezó a ayudar a Andrews de vez en cuando en la redacción de las letras y en la producción, si bien el único tema totalmente compuesto por ella ha sido 'Till the night begings to die', canción incluida en el álbum 'Me', de 1966. Después, los discos serán distribuidos por la Pye, con un contrato que es uno de los primeros ejemplos de leasing en el campo musical de Gran Bretaña. Eve Taylor estimuló la relación laboral entre Sandie y Andrews. Éste tenía un método de trabajo caracterizado por la flexibilidad; para empezar componía una melodía que después iba puliendo mientras la trabajaba con la artista. Las primeras canciones que Andrews compuso para Sandie reflejaban su admiración por la pareja Carole King y Gerry Goffin, lo que es particularmente evidente en la canción 'Girl don't come'; una influencia más sorprendente fue la de las Indias occidentales, que Andrews había adquirido tocando en clubs londinenses como el Flamingo, para un público mayoritariamente negro. 'Long Live Love', por ejemplo tiene una base rítmica de calypso; fue escrita en sólo cinco minutos, y consiguió para Sandie el segundo número uno en las listas de éxitos el 1 de mayo de 1965. 

Aún en el mismo año entra en el Top 10 con 'l'll stop at nothing' y 'Message understood', y al año siguiente consigue un noveno puesto en febrero con 'Tomorrow', y el decimocuarto en junio con 'Nothing comes easy'. Sobre su éxito, y el de otras cantantes que también destacaron en el momento de la explosión de los grupos beat, Sandie se manifestó con cinismo, hablando de una moda alentada por la industria discográfica con el único fin de "poder mostrar un poco las piernas". Andrews, cuya imparcialidad no es segura, la consideraba mejor desde el punto de vista vocal que Lulu, Cilla Black y Petula Clark. Los discos de Dusty Springfield eran objetivamente mejores, sostenía, porque tenía permitido entretenerse en los estudios de grabación bastante más de lo que le estaba permitido a Sandie, que generalmente debía terminar al menos tres canciones en una sesión de tres horas; dedicar otras dos horas a la mezcla de las cintas se consideraba un verdadero lujo. 

A pesar de este duro ritmo de trabajo, Sandie era una profesional responsable. "Le gustaba el éxito -recuerda Andrews-, pero no recurrió jamás a ningún truco; la historia de cantar descalza surgió porque ella estaba acostumbrada a andar descalza y un periodista que buscaba una historia insólita entró por casualidad en los estudios, la vio y montó el episodio. Impresionó mucho y ella lo continuó." 'Run' y 'Think sometimes about me', dos canciones de Andrews grabadas a finales de 1966, sólo alcanzaron la trigésima posición en las listas de éxitos. En 1967 fue elegida como representante británica para el Festival de Eurovisión. Cantó una canción de Bill Martin y Phil Coulter, 'Puppet on a string', que según sus autores estaba moldeada sobre sus éxitos anteriores. Después ella la rechazó, arrepintiéndose de su participación en el festival, pero pasadas dos semanas de su publicación, el 10 de marzo de 1967, ya estaba en el primer puesto de las listas de éxitos, y después de su triunfo en la final de Viena el 8 de abril, ganó un disco de oro vendiendo además un millón de copias en Europa. Sandie disfrutó la popularidad que siguió a su triunfo. 

Sin embargo, en la cúspide de su carrera, la canción siguiente, 'Tonight in Tokyo', aún firmada por Martin y Coulter, llegó a duras penas al Top 30. En ese momento decidió volver a apoyarse en Andrews, quien había empezado a actuar en persona por recomendación del manager de The Rolling Stones, Andrew Oldham, y a grabar sus propias canciones con un cierto éxito para Decca. 'Yesterday man', canción rechazada en un principio por Sandie y que después vería reescrita su melodía, fue su mayor éxito; llegó a la segunda posición de las listas británicas el 2 de octubre de 1965, y además al año siguiente vendió un millón de copias en Alemania. Tenía un característico ritmo con huellas caribeñas, un título adecuado y un texto semiserio; su novedad estaba en el contraste entre su estridente falsete y su figura corpulenta, en ningún caso fascinante. A pesar del limitado éxito personal, Andrews no fue capaz de dar un nuevo impulso a la carrera de Sandie: 'You're not changed' consigue llegar al Top 20 en octubre de 1967, pero 'Today' y 'Think it all over', la última canción que escribió para ella, no tienen mucho éxito. 

'Monsieur Dupont', que es la versión inglesa de una canción europea, la lleva por última vez, en la década, a lo alto de las listas de éxitos consiguiendo un sexto puesto en marzo de 1969. En 1971 graba una versión de 'Rose garden', una canción de Joe South, pero la que llega al éxito es la versión de Lynn Anderson. Ahora la libertad de la nueva escena rock ponía al descubierto sus límites, y la fiel Eve Taylor no era capaz de conducirla en aquel nuevo ambiente totalmente extraño para ella. Ante esta nueva situación, Sandie dejó de grabar y desde entonces, a pesar de hacer alguna que otra aparición informal, sus únicas actividades públicas en los años setenta fueron breves y esporádicos trabajos como actriz y apariciones como estrella invitada en algunos programas televisivos. Después del momentáneo retiro de la escena musical, Sandie se casó con el estilista Jeff Banks, y durante años estuvo metida de lleno en la actividad de su marido. Rechazó varias ofertas de volver a grabar, limitándose a firmar algunas canciones de escaso éxito con The Blue Mink. Solamente al alba de los años ochenta decidió volver, grabando un single con 'The British Electric Fundation', abanderado del pop sintético. Paradójicamente, la canción era una versión de 'Anyone who had a heart' un viejo éxito de su antigua rival Cilla Black. Después llegó la colaboración con The Smiths y, posteriormente, con Paul Morrisey en solitario, quién le animó a grabar el álbum 'Hello Angel' (1988). El nombre de Sandie Shaw, sin embargo, permanecerá por siempre jamás identificado con la más frivola época de mediados de los sesenta, cuando su estilo sencillo y directo ejerció sobre el público una gran fascinación.


Puppet on a string (Ganadora Eurovisión 1967)


Monsieur Dupont



 

Always something there to remind me (1969)


Hello Angel (Album completo 1988)

   

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